CLUB TRIATLON MOTRIL: marzo 2012

Ayer fue un día de estrenos. Por una parte iniciábamos la temporada de Triatlón en una nueva prueba que seguro irá creciendo año a año, puesto que el circuito planteado es de los que se recuerdan al cabo del año. Por otra estrenábamos el mono nuevo. Nuestra segunda piel la cual nos acompañará en tantos momentos de disfrute y sufrimiento.

El balance en general fue muy positivo. Empezaré por la equipación. El mono se siente y adapta a la perfección. Es como una segunda piel, que ya al tacto denota que va a deslizar mucho en el agua. Ayer no hubo oportunidad puesto que quedó bajo el neopreno, unos 14º lo hicieron obligatorio. El largo de pierna está adaptado a las nuevas tendencias y por tanto es algo más largo que los monos anteriores. Este largo es más similar a un culotte de ciclismo y por tanto da más sustento a la musculatura del muslo a modo de tejido compresivo. No entendáis mal, no aprieta, sustenta y muy bien. Las bandas de silicona del interior hacen que este no se suba o “rice” hacia arriba cuando te pones y quitas el neopreno evitando tener que estar tirando del mono para salir bien en la foto, jajaja. En cuanto a la sensación de la espalda es de frescor, un acierto poner el color blanco, en ella. Precisamente ayer no hacía mucho sol, pero se nota que el color claro no acumula el tan temido calor en esa zona. El secado es muy rápido eliminando por tanto la sensación de gotas que caen por la pierna cuando pedaleas en los primeros momentos. En cuanto al modelo de chica y teniendo en cuenta la experiencia de ayer de Olga, prácticamente decir lo mismo. El mono sujeta bastante bien y es como un guante. Ya hubo socios que decían que si podían pedir directamente el mono de chicas, jajaja.

El día empezó temprano. La prueba empezaba a las 11 y los casi 200 km hasta allí nos hicieron madrugar. Si a ello le añades tener que tirar de 2 enanos uno de 4 meses, os podéis imaginar la labor de logística. A las 7,30 quedamos con Cabila y Mauricio para dirigirnos a la prueba. La representación motrileña y del club no solo se limitó a triatletas, sino que también estuvimos presentes en el apartado de auxiliares.

Mauricio, Migue Rulos, Antonio Díaz, Olga, Cabila y yo mismo como triatletas y Pedro Conde como auxiliar terminando prácticamente sus prácticas.

Tras unas cuentas llamadas telefónicas a Mauricio y Pedro Conde, que se habían adelantado, llegamos a la Cala de Mijas. Un gran aparcamiento a escasos 200 metros de la zona de boxes nos aguardaba. Ya andaban por allí Migue y Mauricio con sus monos bajo la ropa. A montar bicis, revisar material, colocar niños con Abuelos y madres y a por los dorsales. Nos adelantamos Cabila y yo para recoger los nuestros y el de Olga que se queda para darle el pecho a Teo, antes de la prueba.

Una vez allí y tras saludar a varios conocidos, nos encontramos con el compañero Pedro Conde con su chaleco de auxiliar, nos dice que nos demos prisa y bromeamos con que todavía está a tiempo de participar. El nos miró señalándonos el agua y aunque nos reíamos, pensábamos que el agua estaba fea, fea. Para mas inri, nos topamos con una pizarra donde decía “NEOPRENO OBLIGATORIO Tª AGUA 14º”. En ese momento a Cabila le cambia la cara y por su mente pasa incluso no participar, jajajaja. Lo del frío este chaval lo lleva fatal.

Recogida de dorsales y camiseta (bastante chula por cierto) y de vuelta a los coches a vestir bicis. Nos cruzamos a Olga que ya estaba preparada y tras darle su bolsa de triatleta nos despedimos hasta control de material. Cuando volvemos a la zona de boxes hay cola y tres auxiliares/jueces pasando control. Yo por eso de echar un ratillo pienso, que me toque Pedro... y me tocó. Todo muy profesional, casco, frenos y miradita rápida a los acoples que he dejado puestos por eso de no quitarlos para cada Tri. Entramos y “ratico” ya con todos/as. Cabila, Migue, Mauricio, Olga y Antonio Díaz que por eso de tener el mismo apellido está junto a mi, dorsales 67 y 68. Cada uno coloca sus cositas con cuidado y coge neopreno para enfundárselo. Momento, aceite, vaselina, bolsa y cachondeo sobre la temperatura del agua mientras tiramos de neopreno para no dejar arrugas. En esto que llega Emilio Fernández (entrenador del Colegio Añoreta) y comenta que hay un rampón del 24% de aupa. Con risa nerviosa e inconsciente nos miramos mientras Cabila dice, “ponme un donut arriba y verás como subo”. Más risas, pero esa rampa ya ha hecho mella en nuestras mentes, jajajaja. Besos a los familiares y a la orilla. Nos dan un gorro que parece papel de fumar, un naranjita tan fino que se transparenta cada pelo y que parece romperse con el simple hecho de ponerlo en su lugar. Momento salida de la natación. Migue se “aventura” a mojarse los pies y vuelve con una cara que no nos tranquiliza, jajajaja. Olga no para de hacer chistes y todos sabemos que es debido al nerviosismo, en su caso pensando en el rampón de la bici. En ese momento recuerda y me dice que no tiene bote de agua en la bici, se ha quedado en el coche. Tras una “brevísima/casi inexistente” explicación de donde están las dos boyas (yo aun sigo pensando donde carajo estaba la segunda) dan el bocinazo de salida. Entramos en el agua y horror... el agua está “helada”. Al menos al principio. Recordé algunos entrenamientos de waterpolo o del curso de socorrista donde había que nadar con la cabeza fuera. Nado casi 75 metros con la cabeza fuera, pues no encuentro el momento de poder meterla. Las olas del temporal de levante son las únicas que me recuerdan que sería mejor optar por la forma tradicional de nadar. A Olga la tengo al lado, hemos quedado en nadar juntos, tan juntos que me suelta un par de mamporrazos al principio, jajajaja. Llegamos muchos a la primera boya, no está muy alejada y la mala mar hace que excepto el grupo de cabeza los demás lleguemos a mogollón. Veo que hay mucha gente que aborda la boya por la derecha, motivo más que suficiente para estar descalificado. A la postre no sería la única situación en la que esto no pasaría, al menos en la natación. Empezamos el largo paralelo a la costa y a lo lejos, debido principalmente a las olas no veo la boya. Estará aun lejos pienso. Sigo nadando y aun no veo la boya, son solo 750 metros, debería de verla me repito. De pronto y si aun ver la boya veo que un grupo de al menos 25 triatletas han iniciado el largo hacia la costa. Yo hago lo mismo y corto por el mismo sitio. En este momento aun no había visto la boya y de hecho allí no se descalificó a nadie. Parece ser que la boya era muy pequeña y se movió. El levante sigue haciendo de las suyas y en vez de salir por la zona de banderas de la orilla, salgo como 60 metros más allá. Alpargatazo por la orilla toca. Salgo bastante entero, la natación me ha salido genial, pero el vaivén de las olas me hacen correr algo mareado. Transición rápida donde el neopreno sale sin problemas. Llega el momento de ver como va el mono y a que ritmo es capaz de secarse. Lo hace muy rápido y en seguida me doy cuenta de que no pasaría frío en la bici. Comienzo a pedalear y me doy cuenta de que no he conectado bien el gps y no me ha recogido el segmento de natación. Empiezo a reiniciarlo para recoger al menos lo que queda y en eso que me engancha Mauricio, nos ponemos al día sobre los compañeros y nos ponemos a tirar. El recorrido pica un poco arriba en una zona de toboganes continuos. Esperamos el tan temido rampón. Subimos una pequeña colina y al coronarla vemos a lo lejos el “primer desafío” una rampa que nos hace comentar en voz alta eso de “la hostia”. Ciclistas en miniatura van subiendo a camara lenta, muchos haciendo eses una rampa con curva a izquierda incluida. En ese momento decido el lugar donde va a ser.... Donde voy a dejar “caer” mi bote para que Olga lo coja y pueda hidratarse. Subo el rampón y cuando corono dejo caer mi bote en lugar visible. Lo conoce y supongo que lo cojerá. Bajamos un tramo peligroso, muy bien indicado por carteles y voluntarios y de pronto otra rampa. Casi la misma pendiente pero más corta. Será la última, nadie me habló de esta, pasa por mi cabeza. Toboganes si pero con estas rampas??. Fueron como 5 del mismo tipo, pendientes pronunciadas y bajadas igual de pronunciadas. Completo el segmento ciclista y hago una transición muy rápida. Me encuentro muy entero y corro muy rápido desde el principio, no es lo normal y por eso me animo un montón. Llega un tramo que corremos paralelo a la misma playa, de vuelta y por ese paseo veo que nos desvían por la misma arena. A pisar blandiblú toca. Es arena realmente blanda y llegado un momento pruebo a correr por la misma orilla. Las olas por los tobillos más de una vez, el caso es aprovechar la parte más dura del “rebalaje” jajaja. De nuevo torcemos para el pueblo y a terminar la segunda vuelta. En esta última vuelta y cuando me encuentro de nuevo corriendo por la playa veo a lo lejos que Olga está corriendo. Buen tiempo en bicicleta y en ese momento no me resisto y le pregunto que si ha visto el bote. Me dice que sí pero que no lo ha cogido, luego me confesaría que lo comprendió a los 50 metros y que ya no se volvió a cogerlo, jajajaja. Llego al final y muy contento y entero. Espero uno a uno a los compañeros. Pregunto a los familiares por Cabila y me dicen que segundo a escasos 20 segundos. Empiezan a llegar uno a uno con caras de satisfacción. Papelón de los triatletas motrileños y primeras anécdotas de la temporada. Especial mención al carrerón de cabila que aun con problemas de flato durante la carrera a pie, es capaz de firmar un segundo puesto en la general y primero en la categoría Absoluta. De igual manera a Olga por el hecho de estar corriendo Triatlones tan rápido tras el nacimiento de nuestro hijo y por la carrera de ayer que fue especialmente buena. A Migue, a Mauricio y a Antonio Díaz felicidades de igual manera por saber disfrutar de este deporte y por las ganas y alegría que demostráis a la hora de competir.

Esto sólo acaba de empezar y esperamos poder compartir más y más pruebas en la presente temporada. Os esperamos

Juange Díaz Cardona

Triatleta del Club Triatlón Motril

Cómo ya sabréis los que estuvisteis en la Asamblea, a partir de éste miércoles podréis pasaros por la tienda de Bull Bikes para probaros la equipación de ciclismo de verano. Los que estén interesados en adquirirla deberéis dejar a cuenta 40€. Como ya comentamos es muy probable que esta equipación le salga más barata sólo a los socios del club, ya que el importe que se consiga con la publicidad será descontado del importe de las prendas.
Las equipación completa cuesta 83,20€. Y todo aquél que esté interesado podrá adquirirla dejándo en depósito 40€ en el momento de probarse la prenda y el resto se deberá abonar al retirarlas del establecimiento.

Muchas Gracias,
La Comisión Gestora.

CLUB TRIATLON MOTRIL

martes, 27 de marzo de 2012

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